EVANGELIO DEL DÍA
15 de enero
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34):
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Comentario:
Hoy el señor nos pone la figura de Juan, precursor fiel y testigo humilde de su divinidad; viene Jesús como el salvador, como el cordero de Dios que borra nuestros pecados para no recordarlos más; y aparece el espíritu Santo: Lo necesitamos los cristianos, agradecidos de la salvación que nos ofrece.
En el Nuevo Testamento el término "cordero" se encuentra en más de una ocasión y siempre relacionando a Jesús ...¿Qué significa para la Iglesia, para nosotros hoy, ser discípulos de Jesús cordero de Dios? Significa poner en el sitio de la malicia, la inocencia; en el lugar de la fuerza, el amor; en el lugar de la soberbia, la humildad; en el lugar del prestigio, el servicio.
Imagen realizada por Eduardo Sánchez Aranda
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